KORNBLIHTT ADRIANA. “TURCA”. PRESENTE !! 31 de Marzo de 1977.

  
  
KORNBLIHTT ADRIANA. “TURCA”. PRESENTE !!
31 de Marzo de 1977.
Había sido una muy buena alumna en el Colegio Nacional de Buenos Aires, donde cursó primero y segundo año, para luego pasar a una escuela técnica de Lanús, cuando la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), la agrupación de la Juventud Peronista donde militaba, ordenó a sus miembros replegarse a escuelas de barrios populares para desarrollar allí la tarea política asignada.
“Cuando llegó la orden de la UES ella no dudó un segundo en irse a Lanús y recuerdo la convicción con la que discutía cuando poco después decidió encuadrarse en Montoneros, mientras nosotras continuábamos militando en secundarios.” Opina una Compañera que la conocio.
También comenzó a trabajar en una fábrica de bombachas (“Aprendí a coser con distintos tipos de máquinas –overlock, recta, zigzag-; el laburo no es muy lindo, es medio cansador estar 8 horas cosiendo -de 7 a 15 hs.- y tampoco me pagan demasiado, porque gano por producción y todavía no estoy muy práctica, pero por ahora hasta que no tenga otra posibilidad no voy a dejarlo… Me parece muy raro tener sólo 15 años y llevar la vida que hago. Pero cada uno elige la vida que quiere y yo no estoy en nada absolutamente arrepentida” expresa en una carta a sus familiares exiliados).
Hizo pareja con Beto un Cumpa de la villa de Zona Sur, militante como ella y proveniente de una familia numerosa con 8 hermanos.
Como bien dice Hugo Soriani en la contratapa de “Pagina 12” del 19-3-2005 “Adriana tenía 16 años cuando la sorprendió la muerte en un estallido y hacía más de uno que era Montonera. El periodista Pablo Giussani le dedicó un libro que ella hubiera repudiado, porque los 16 años de Adriana eran los de toda una generación que decidió patear el tablero y jugarse a suerte y verdad por convicciones que no alcanzaban sólo con declamarse”. (El libro al que hace referencia Soriani es “Montoneros: La soberbia armada”).
A las 4.30 de la madrugada Adriana sube a un automóvil en el que se traslada junto con dos Compañeros de su pelotón. Son jóvenes, aunque no tan jóvenes como ella. Los tres son militantes y juntos, conforman un Pelotón de Combate del Ejército Montonero. Adri está comenzando su cumpleaños número dieciséis, pero hace un año que es soldado, ya es parte de la Estructura Militar.
Pero algo, definitivamente, ha salido mal. Ni bien el responsable de la operación escucha una explosión, comienza a disparar sobre la comisaría. Luego se acerca para ver qué es lo ha pasado. Se da cuenta de que la bomba estalló en manos de Adriana.
Mariano Pacheco en su libro “Montoneros Silvestres” escribe:
“A las 5.30 hs. como habían previsto, ‘La Turca’ y los dos muchachos llegan a la comisaría. Afuera no hay nadie. El chofer mantiene el auto encendido, listo para escapar. El responsable da al orden. Adriana debe activar el caño y regresar al automóvil, para volver a su casa, darle un beso a Beto, cambiarse y entrar a la textil. Luego, ir a la casa de sus padres a cenar, a festejar sus 16 años y brindar por eso; por el laburo que está por empezar en unos días su compañero; por el hijo que desean tener; por sus hermanas Laura y Vicky, su cuñado Esteban y sus sobrinos; que brindarán por ella desde el viejo continente; por sus padres, que esperan que pronto se concrete el casamiento; por los muertos, que ya no pueden brindar y por los presos, que aguantan desde las cárceles el inhumano trato que reciben por parte de sus verdugos; por la victoria, por supuesto, que finalmente, más temprano que tarde, tiene que llegar…”.
Adriana abandona esa madrugada sus jóvenes 15 años, tenía 16 años cuando la sorprendió el azar del estallido.
Sus restos que se encontraban como N.N. en una fosa común del cementerio de Avellaneda, fueron identificados por el equipo 
Argentino de Antropología Forense y en el año 2005, inhumados en la Chacarita.
Nació el 31 de marzo de 1961 y murió el 31 de marzo de 1977, exactamente el mismo día que cumplía 16 años.

Por Claudio Fernandez


  
  

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