NICARAGUA EN LA MIRA Por Jorge Luis Ubertalli





 


NICARAGUA EN LA MIRA
 
                               Por Jorge Luis Ubertalli
                      
Hablar de Colombia como de un poder responsable con el cual debía tratarse(…) es sencillamente absurdo”.(…) “La analogía hay que establecerla con un grupo de bandidos sicilianos o  calabreses; con Villa y Carranza. Yo hice lo que pude para poder inducirlos a proceder rectamente” - Teodoro Roosevelt, presidente de EE.UU., 1903,(en relación con el pago de la indemnización a Colombia por la secesión de Panamá)
 
(“Colombia en la Mira- Breve Reseña de la Agresión Imperialista , Estatal y Narcoparamilitar”, del autor, Ediciones Compañero, 1999).
 
 
 
 
I
 
 
Corría 19 26 cuando  los yanquis se adentraron una vez más en Nicaragua para sostener a su candidato, el costarricense Adolfo Díaz Recino, representante de las dos empresas mineras norteamericanas mas grandes del país: “ La Luz ” y “Los Angeles Mining Co”, quien para justificar la introducción en Puerto Cabezas de 5000 marines y 16 buques de guerra había dicho:  “Nicaragua es un país débil y pobre que no puede resistir a los agentes del bolcheviquismo mexicano”. Debido a las maniobras de Diaz para perpetuarse en el poder con el apoyo de sus amos, se levantó en armas el general liberal “constitucionalista” José María Moncada, de cuyo ejército emergió el General de Hombres Libres, Augusto C. Sandino. Cuando Moncada, el 4 de mayo de 1927, entregó sus armas y dignidad a la marinería norteamericana en el “Pacto del Espino Negro”, Sandino se alzó y combatió a los yanquis y sus payasos locales hasta que fue traicionado y asesinado por Anastasio Somoza García en 1934. Moncada, ya monigote de los yanquis y perseguidor de Sandino, fue instituído presidente desde 1928 a 1932. Enseguida de iniciado su mandato, acordó con el presidente de Colombia, Miguel Abadía Méndez, a través de su ministro José Bárcenas Meneses, el Tratado del 24 de marzo de 1928, que reconocía a Nicaragua la soberanía sobre la costa atlántica( Costa de Mosquitos), y a Colombia la de los archipiélagos de las islas San Andrés, Santa Catalina y Providencia. En esta última, sede de la Old Providence Co, compañía a la que el rey Carlos Iº de Inglaterra le había concedido en el siglo XVII territorios que nacían en La Florida (EE.UU.) y se estiraban hasta Colombia, se asentaron colonos ingleses que luego arribaron hasta las costas nicaragüenses para colonizarlas, luego de coronar a un Rey Misquito en esas latitudes.
En 1930 y bajo los mismos gobiernos de Moncada y Abadía Méndez, se ratificó el Tratado de 1928, previa aprobación del protonorteamericano Congreso de Nicaragua. De allí en más, Nicaragua, sin solución de continuidad, fue ensangrentada y rapiñada por pajes de los EE.UU., entre ellos Anastasio Somoza García, asesino de Sandino, y su hijo, Anastasio Somoza Debayle, cuya danza sangrienta concluyó a fines de los años 70. El 19 de julio de 1979, la Revolución Popular Sandinista, vanguardizada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), llegó para quedarse. Y el 4 de febrero de 1980, el gobierno revolucionario desconoció el Tratado leonino de 1928, firmado entre la Nicaragua sometida a los yanquis y Colombia, dando inicio a la disputa por el territorio perdido.
 
In..justicia sin Cortes
 
El 9 de abril de 19 84 , luego de soportar la agresión abierta y encubierta de EE.UU. y sus “contras”, la Revolución Popular Sandinista introdujo una demanda contra EE.UU. en el órgano judicial principal de las Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), mas conocida como Corte o Tribunal de La Haya , referida a los daños y pérdidas de vidas causadas a Nicaragua por acción “de intervención, amenaza y uso de la fuerza” del agresivo país del Norte de América, gobernado en aquel momento por Ronald Reagan. La demanda, conformada por miles de páginas contenidas en 6 gruesos volúmenes, que presentaba cargos desde el 1 de diciembre de 1981 hasta el momento de su presentación por agresiones,  minado de puertos, embargo comercial, atentados contra la soberanía, pérdidas en la producción y personas asesinadas, entre otros, fue resuelta favorablemente por el máximo Tribunal de la ONU en 1986, que conminó a EE.UU. al pago de una indemnización a la nación centroamericana por violaciones al Derecho Internacional y al Tratado de Amistad, Comercio y Navegación suscripto en Managua en 1956. Sin embargo, EE.UU., campeón de la libertad, la democracia y la justicia, desconoció la sentencia, y negó la jurisdicción de ese organismo en la contienda…Luego de intentar desacreditar a la Corte , los Estados Unidos de América enviaron una carta a la misma donde sostenían: “Los Estados Unidos se ven obligados a concluir que la sentencia de la Corte es claramente errónea, tanto respecto a los hechos como al derecho(…) Los Estados Unidos continúan firmemente convencidos de que la Corte no tiene jurisdicción para conocer el conflicto y que la demanda nicaragüense del 9 de abril de 19 84 es inadmisible. Me incumbe, en consecuencia, informarle que los EE.UU. no tienen la intención de participar en ningún otro procedimiento referente a este caso…”. (www.envío.org.ni/articulo/682)
La indemnización requerida por Nicaragua al momento de la presentación de la demanda ascendía a 12 mil 216 millones 600 mil dólares. En 1991, la administración proyanqui de Violeta Barrios de Chamorro desistió de continuar el juicio, aunque una vez de regreso el sandinismo al gobierno en el 2007, el actual presidente del país, comandante Daniel Ortega Saavedra, sostuvo en el 2011 que EE.UU. debía pagar a Nicaragua 58 mil millones de dólares. Hasta ahora los yanquis no han desembolsado ni un centavo…
 
De la misma raza
 
En el 2001 y referido al caso del Tratado de 1928 entre la Nicaragua invadida por la marinería y Colombia, el gobierno nicaragüense presentó formalmente ante la CIJ (Tribunal de La Haya ) una demanda en relación con la posesión de la Isla San Andrés, Providencia y Catalina. Seis años mas tarde, ya presidente de Nicaragua el comandante Daniel Ortega Saavedra, y cuando la Corte convocó a las primeras audiencias, el entonces presidente de Colombia, Alvaro Uribe, se negó a reconocer la competencia del Alto Tribunal de las Naciones Unidas. Y no solo eso. El 20 de julio, un día después de la celebración del 28 aniversario de la Revolución Popular Sandinista, organizó un desfile militar en la Isla San Andrés, que el comandante Ortega calificó como “provocación”, deteriorándose más tarde las relaciones entre los dos países con motivo de la intervención militar de Colombia y sus asesores yanquis en Ecuador. Ya adentrado el año 2007 la CIJ falló a favor de Colombia en cuanto a sus pretensiones territoriales sobre las islas San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Sin embargo, el Tribunal no definió la frontera marítima entre Nicaragua y Colombia, aunque sí lo hizo el 19 de noviembre del 2012, concediendo al pequeño país centroamericano unos 90 mil kilómetros de superficie marítima. Ante esto, Santos, al igual que su antecesor Uribe, y al igual que su Gran Hermano norteamericano, desconoció el fallo de la Corte. Y no sólo eso. Santos presentó ante la Corte Constitucional colombiana una demanda para que se declare inconstitucional el Pacto de Bogotá de 1948, mediante el cual los Estados de la OEA se comprometieron a solucionar “de forma pacífica sus controversias y aceptar la jurisdicción de la CIJ ”. (http://internacional.elpais.com/, 17 de septiembre 2013). “Actualmente, Colombia está utilizando su derecho interno como un vano pretexto para violar sus obligaciones internacionales” sostuvo en su momento Carlos Arguello, representante nicaragüense ante la ONU en una demanda enviada en la última quincena de septiembre a la CIJ , y pidió a sus magistrados que delimiten la frontera marítima de Nicaragua de acuerdo a lo definido por la Corte en noviembre del 2012. Ante esto, el gobierno colombiano acusó a Nicaragua de “ampliar su plataforma en el Caribe”, y acotó que la demanda nicaragüense “es contraria al derecho internacional y daña a terceros países…”.
El cuarteto, entonces, dirigido por EE.UU (en las sombras, o no), y sus desafinados instrumentistas de Colombia, Costa Rica y Panamá, comenzó a batir tambores y a hacer sonar clarines contra Nicaragua Libre con la justificación de su…”expansionismo”…!
 
 
 
II
 
 
Unidos por el Tio Sam
 
En su discurso del martes 24 de septiembre en la Asamblea de la ONU , la primer mandataria de Costa Rica, Laura Chinchilla, mostró su piel sintética. No tuvo empacho en calificar de “claras e inaceptables agresiones” de Nicaragua a lo que el país de Sandino reclama como suyo de acuerdo a la sentencia de la CIJ en relación con sus aguas territoriales. Chinchilla, correveidile de Colombia en este diferendo, habló de la “desprotección total” en que, según ella, queda su país en relación con las justas exigencias de Nicaragua, (http://www.elnuevoherald.com/, 24 de septiembre). “Desprotección” que se inició con un diferendo sobre el rio San Juan, límite entre los dos países. Lo que no dijo la que porta el apellido de un simpático roedor histricomorfo es que desde el 2010, y a su pedido, Costa Rica contempló la llegada de 7 mil marines, aviones y helicópteros de combate y 46 buques de guerra a sus costas con el argumento de “combatir al narcotráfico”. Los partidos de oposición, aunque la simpática mascota del Pentágono lo negó, sostuvieron en su momento que la llegada de los marines, en sintonía con la operación Continuing Promise, formaba parte del paquete negociado por su antecesor en el cargo, Arias Calderón, quien había firmado un Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU., que incluía “ayuda” militar de ese país. Hace pocos días y en relación con las “agresiones” de Nicaragua, Chinchilla pidió nueva ayuda militar a EE.UU., que se sumará a la que ya ha recibido. El 25 de septiembre una denuncia de organizaciones indígenas y de Derechos Humanos de Costa Rica dio cuenta de la “presencia de militares estadounidenses que estarían incursionando en territorios indígenas”. ( https//anncol.eu/, 25 de septiembre). En la nota que transcribe las denuncias se sostiene que el Comando Sur de los EE.UU. está ayudando a despojar de sus tierras a indígenas ticos del Alto Teire, cantón Salamanca, provincia de Limón, con el argumento de tender un “puente humanitario” para que funcionarios de Chinchilla lleguen hasta las comunidades que ocupan tierras ancestrales. “Un grupo de personas con formación en fuerzas especiales se hizo pasar como religiosos tratando de infiltrarse y estudiar el terreno, población e identidad política de los lugareños. Al ser descubiertos, los militares amenazaron con regresar con violencia al sitio, considerado como una reserva natural…”informaron los representantes indígenas y la organización COECO Ceiba, Amigos de “ la Tierra. Denunciando acciones encubiertas de EE.UU., que en el país asume el control de la “defensa nacional”, la nota de Anncol dice, refiriéndose a la operación Continuing Promise: “En realidad de lo que se trata es de la creación de un ‘stricking point’ logístico y geopolítico que posiciona a las tropas de EE.UU. en las aguas del Caribe, estrechando un cinturón militar que aprieta Florida, Puerto Rico, Cuba (Guantánamo), Honduras, ahora Costa Rica (fundamentalmente base en Puerto Limón, en el Atlántico, N. de R.); Panamá, Haití, algunas islas frente a Venezuela. Es decir, lograron cerrar el círculo de control de la zona mas rica de hidrocarburos y energéticos de aguas profundas del Caribe”.
En cuanto a la “expansión” nicaragüense sobre mar territorial tico, esta no existe, por cuanto Costa Rica y Nicaragua, si bien acordaron límites terrestres, nunca lo hicieron en cuanto a límites marítimos. El académico tico Carlos Murillo Zamora, en relación con la pretendida renuncia de un “arco de mar” costarricense vinculadas con las cesiones marítimas dadas por la CIJ- La Haya a Nicaragua el pasado año, tal cual como lo manifestó en su momento el oceanógrafo Guillermo Quirós de acuerdo a los mapas del Instituto Geográfico Nacional (IGN), sostuvo: “ Primero, no se puede renunciar a algo que no se tiene. El país no ha negociado límites con Managua; el trazado que aparece en los mapas es una expectativa y no una frontera oficial.(…) Segundo, si el señor Quirós revisara los mapas que traza Nicaragua, notaría que tal ‘arco’ de mar no es reconocido. Por ende es falso que Costa Rica renunciara a 1870 Km2, y tal afirmación confunde a la ciudadanía e incrementa las tensiones que existen entre los dos países” . (www.informa-tico.com/ 27 de julio del 2013)
Otro rebuzno contrario a la justa pretensión nicaragüense de reivindicar el territorio marítimo acordado por la CIJ el pasado año lo dio el panameño pirateador de buques norcoreanos, presidente Rodolfo Martinelli. Fiel al mandato de su patrono ok-yes, Martinelli se despachó en  estos términos al firmar poco tiempo antes de la Asamblea de la ONU una carta conjunta con sus dos socios dirigida a Ban Ki-moon, Secretario General del organismo: “Nicaragua se quiere coger todos los océanos territoriales que le pertenecen a esos países (Colombia, Costa Rica, y a Panamá”.(http://www.telam.com.ar/, 26 de septiembre). Durante su discurso en la ONU , Martinelli dijo que su gobierno se veía “en la imperiosa necesidad de rechazar categóricamente el intento de delimitación de las fronteras marítimas de Nicaragua, porque vulnera tratados vigentes”, aunque no se dio en explicar que no era el país pinolero quien se atribuia la posesión del nuevo espacio territorial marítimo sino que fue la mismísima Corte de La Haya la que falló en esos términos. Ergo, Martinelli también desconoce al Tribunal Supremo de las Naciones Unidas, aunque sostuvo que su canciller se reuniría con el de Nicaragua para solucionar los diferendos.
 
Otra vez sopa verdinegra
 
La Colombia de Manuel Santos, en cuyo territorio se llevó a cabo el Operativo Unitas 54-13 del Mar Caribe, y en el que participaron, además de EE.UU, las armadas británica, canadiense, peruana, brasilera, chilena y colombiana; que solicitó ingresar a la OTAN para aportar en “temas de Seguridad” y mantiene las Fuerzas Armadas mejor equipadas del continente, que cuentan con asesores yanquis y de otras nacionalidades, y asienta en su territorio varias bases militares norteamericanas, no habló en la ONU del tema “plataforma territorial marítima de Nicaragua”. Chinchilla y Martinelli lo hicieron por ella, quien pidió una reunión bilateral con Nicaragua pero a la vez desconoció la resolución del CIJ del pasado año. Sin embargo, aires no tan prístinos destila el país cuya porción sur le fue arrebatada en 1903 por el imperialismo yanqui para inventar un país, Panamá, en el cual se construyó un canal que unió los dos océanos. En aquellos inicios del siglo XX, cuando el presidente Teodoro Roosevelt debía indemnizar a Colombia por haberle arrancado parte de su territorio, sentenció
Y ese canal que se erigió en la Colombia descuartizada se había pergeñado construir en Nicaragua, cuyo pueblo sudó sangre y lágrimas en el marco de disputas entre potencias extranjeras, acciones de filbusteros racistas y asesinos y trapisondas de lacayos locales. Un país en el que dentro de poco se construirá un nuevo Canal Interoceánico (ver “Anchuras de Nuestra América- El sueño de Bolívar y Sandino”, del autor, 18 de julio, http://www.acercandonoscultura.com.ar/).
Y también vias férreas, carreteras, un oleoducto. Y en cuyas aguas territoriales se extraerá petróleo.
“En entrevista con Dick y Miriam Emanuelson, de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL), el Ministro de Minas y Energía de Nicaragua, Emilio Rappaccioli, informó que la plataforma del consorcio estadounidense Noble Energy Ltd. ya perforó cerca de 700 metros de un primer pozo petrolífero. (…) Rappaccioli habló sobre las grandes posibilidades de encontrar petróleo en el Mar Caribe. Tales hechos, según él, habrían causado una reacción casi descontrolada por parte del presidente  colombiano Juan Manuel Santos y de sus colegas de Costa Rica y Panamá (…) ‘conocidos por su servilismo ante la Casa Blanca ’ ”. (http://elcronistadigital.com/, 26 de septiembre). En la nota se informó que ya hay invertidos 79 millones de dólares en las perforaciones y existe un 25% de probabilidades de hallar crudo y gas natural en la zona concedida por la CIJ a Nicaragua. Se calcula que en el 2019 la empresa podría extraer 30 millones de barriles del pozo que ahora se perfora, y que esto representará para Nicaragua una ganancia de 17 mil quinientos millones de dólares en 25 años. Ante tamaña información, los Santos se convierten en diablos, y sus compinches mayores y menores aúllan como lobizones.
El 15 de septiembre, como se dijo más arriba, Nicaragua presentó ante la CIJ una demanda para que el organismo delimitara una vez más la frontera marítima que le corresponde, y en donde se registran las búsquedas de crudo.
 
Nicaragua está en la mira, pero no sólo en la de sus, nuestros, enemigos. También en la nuestra, que, alerta siempre, observa con orgullo su devenir sandinista mientras vigila desde las alturas de Sandino y Carlos Fonseca.
 La patria de Andrés Castro y Benjamín Zeledón se halla apoyada en su amanecer por los pueblos y gobiernos que componen la Alternativa Bolivariana para Nuestra América (ALBA).
 
No está sola la flor mas linda de nuestro querer. Eso es seguro.







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