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El peligroso oficio del periodismo
Pedro Martínez Pírez
“No hay monarca como un periodista honrado”, escribió José Martí en el diario La Nación de Argentina en 1886, y paradójicamente la honradez en el cumplimiento de su misión ha llevado a la muerte a 32 periodistas en los primeros siete meses del presente año en América Latina y el Caribe.
México con doce, marcha a la cabeza en esta lamentable estadística que incluye a periodistas deportivos, fotoreporteros, radialistas, fotógrafos, y colegas de la televisión, la prensa escrita y las agencias de noticias.
A los 32 trabajadores de la prensa asesinados hasta el pasado mes de julio, se suman 4 que permanecen secuestrados y podrían incrementar el número de mártires del periodismo en Nuestra América.
Los 36 colegas asesinados o secuestrados en los primeros siete meses de este año tienen poco más de 38 años de edad promedio, según el informe de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas de la FELAP, Federación Latinoamericana de Periodistas, que efectuará en septiembre próximo su Onceno Congreso en Caracas, la capital venezolana.
Y ese será uno de los temas que abordará el Congreso, del cual debe salir fortalecida la FELAP, frente a organizaciones como la SIP, Sociedad Interamericana de Prensa, que no es más que un instrumento de la política exterior de los gobiernos de Estados Unidos y los propietarios de los grandes medios en América.
La SIP, que ataca en forma sistemática a los gobiernos de Cuba, Ecuador, Venezuela, Bolivia y Nicaragua, y no recuerda nunca que el último periodista asesinado en La Habana fue el joven ecuatoriano Carlos Bastidas Argüello, el 13 de mayo de 1958, a manos de la policía del régimen dictatorial de Fulgencio Batista, quien contó con el apoyo de Washington hasta su derrocamiento por la Revolución Cubana el primero de enero de 1959.
Del 59 a la fecha no ha sido asesinado ningún periodista en Cuba. Y el policía batistiano que asesinó al periodista ecuatoriano en La Habana, encontró refugio en la ciudad norteamericana de Miami, donde fue protegido para que no recibiera el castigo de la justicia cubana, algo parecido al estatus de que goza hoy el terrorista Luis Posada Carriles en esa misma urbe estadounidense.
El Congreso de la FELAP será un momento muy oportuno para pasar balance de los crímenes que se han cometido en los últimos cinco años en América Latina y el Caribe, nada menos que 196 asesinatos, uno por cada diez días en los últimos 67 meses.
Pero el Congreso servirá también para analizar y denunciar la manipulación mediática contra los procesos progresistas en Nuestra América, las mentiras de los grandes medios, y para, al estar en Caracas, la cuna de El Libertador, recordar el valor y la importancia que Simón Bolívar siempre le confirió a la verdad en el periodismo.
La Habana, 03 de agosto de 2012

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