de JORGE L. UBERTALLI

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 CLAUDIO

 

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LOS MISMOS DE SIEMPRE, SIEMPRE EN LO MISMO
Por Jorge Luis Ubertalli
Zanahoria y garrote, hechos propios adjudicados a otros, barbarie civilizada en acción, son algunos signos que exhiben los rapiñeros de la tierra. Tradiciones colonialistas e imperialistas los unen desde siempre, madre e hijo, dupla concebida para la guerra y la expoliación, la explotación y el saqueo, la muerte masiva y la negación de su acontecer. Los mismos de siempre, siempre en lo mismo.
Cuando culminaba la Cumbre Nuclear de Seúl, Corea del Sur, celebrada el 26 y 27 de marzo último, un cable de la agencia sudcoreana Yonhap del 28 de marzo transcribió lo siguiente: “El viceministro del Reino Unido, Nick Clegg, quien visitó Seúl para asisitir a la Cumbre” (…) “cenó el martes, a las 7 p.m., con 5 desertores norcoreanos residentes en Corea del Sur…”. Según consignó el cable, los “ jóvenes desertores”, estudiantes universitarios ya licenciados participaron en “un programa educativo del idioma inglés, patrocinado y dirigido por la embajada británica en Seúl”, que incluyó la oportunidad de trabajar como internos en firmas y medios de comunicación británicos. Durante la conversación, “que se llevó a cabo entre bastidores” el viceministro demostró un “alto interés” en los “desertores norcoreanos”, habida cuenta que cenó con ellos a pesar de tener una “agenda sumamente apretada”. “Ayudarles es una cuestión humanitaria, no política”, sostuvo un funcionario en relación con el encuentro entre el ministro y los “desertores”, quien agregó que el establecimiento de relaciones diplomáticas con la RPDC, ampliar con ella el “intercambio bilateral” y ayudar “ a los refugiados de Corea del Norte” no se contradecían. Esta particular manera de encarar la no contradicción entre posiciones diametralmente opuestas o, dicho en otras palabras, afirmar un hecho y negarlo a la vez o, mejor dicho, borrar con el codo lo que se escribe con la mano, forma parte de la histórica estrategia política de los británicos. Arquitectos de la “indirect rule” (administración indirecta) de colonias a través de títeres locales que parecían negar de hecho la situación colonial que padecía el pueblo sojuzgado, prestidigitadores del doble mensaje, los siempre atildados funcionarios británicos no cejan en su tan singular como cínica e hipócrita doctrina. Pocas semanas antes de iniciada la Cumbre de Seúl informaron sobre la introducción en el Atlántico Sur de un submarino nuclear con el fín de “defender” las Islas Malvinas, arrebatadas a nuestro país, aunque negaron nuclearizar la zona cuando el Canciller Timmerman los denunció ante la Cumbre.
Discípulos netos de los británicos en cuanto a felonía y doble discurso, los norteamericanos no le van en zaga. El 23 y 24 de febrero último, EE.UU. y la República Popular Democrática de Corea (RPDC), en una reunión llevada a cabo en Beijing acordaron lo siguiente: que la potencia del norte de América suministraría al Estado Socialista del norte de la península 240.000 toneladas de alimentos (cuya distribución sería supervisada por los norteamericanos a fin de que llegaran a las “personas necesitadas”) siempre y cuando la RPDC suspendiera el enriquecimiento de uranio, permitiera el ingreso de inspectores de la OIEA y considerara “una moratoria de pruebas nucleares y misiles de largo alcance”. En tanto el Acuerdo se centraba en asuntos tales como el mejoramiento de la “relación bilateral” sobre “la base del respeto mutuo, la soberanía y la igualdad”, la promoción del intercambio cultural, deportivo y educativo y EE.UU. declaraba públicamente que no pretendía “un cambio de régimen” en la RPDC y reafirmaba que no tenía intenciones hostiles hacia Corea del Norte, una semana después iniciaba, junto a tropas de Corea del Sur, los ejercicios militares conjuntos “Key Resolve” y “Foal Eagle”. En el primero, que se llevó a cabo desde el 3 al 9 de marzo, participaron 200.000 efectivos sudcoreanos y 2.900 norteamericanos, apoyados con medios técnicos aéreos, terrestres y navales de ambos países. En el segundo, iniciado en la misma fecha y que finalizará recién el 30 de abril, participan 11.000 efectivos norteamericanos, unidades de sudcorea y medios técnicos navales, aéreos y terrestres de EE.UU., entre ellos el buque insignia de la VII Flota, “USS Blue Ridge”, que trasladó a las tropas yanquis hasta el puerto sudcoreano de Donhae. El día de inicio de los ejercicios conjuntos, en cuarteles de las fuerzas militares sudcoreanas se colgaron afiches con la frase :”Golpeemos a Kim Jong Un” (sucesor e hijo de Kim Jong Il, fallecido a mediados de diciembre del 2011, y nieto de Kim Il Sung, fundador de la RPDC- N. de R.) “hasta la muerte”. Y se instalaron dianas de tiro con la imagen de los dirigentes de Norcorea. Movilizaciones masivas, entonces, se produjeron en la RPDC, cuyo pueblo y gobierno interpretaron los hechos como lo que realmente fueron: una provocación. Los oferentes yanquis del Acuerdo del 23 y 24 de febrero liquidaban así, junto a sus mandados sudcoreanos, lo acordado en esos días con la RPDC. Su política de zanahoria y garrote con respecto a la RPDC no daría, como nunca lo dio, resultados. Los mismos de siempre, volvieron a hacer lo mismo. Y todo vuelve a ser como antes…o peor.
Semejanzas o no tanto
Antes de continuar, se hace necesario transcribir unos párrafos de “Inteligencia Estratégica para la Política mundial Norteamericana”, volumen producido por el fundador de la CIA Sherman Kent, editado en 1948 e iniciador de doctrina “permanente”. Refiriéndose a los “instrumentos de la guerra total”, Kent sostiene que, además de la “propaganda negra” y el rumor, se incluye “ el soborno, el perjurio, la intimidación, la subversión, el chantaje, el sabotaje en todas sus formas, los secuestros, las trampas engañabobos, el asesinato, las emboscadas, el francotirador y el ejército clandestino”, incluyendo la entrega de “todas las herramientas necesarias”, entre ellas veneno, explosivos, sustancias incendiarias, “instrumentos para los asesinos” y hasta guerrillas y formaciones paramilitares. (Editorial Pleamar, 1976, página 35). Y continúa: “ Los instrumentos de la guerra económica son simples…”(…) “En una palabra, consisten en la zanahoria y el garrote, como en el cuento del burro o la política del gorro y de la persuasión. Traducidos a términos más o menos técnicos, incluyen: el bloqueo, la congelación de fondos, el ‘boicot’, el embargo y la lista negra por un lado; los subsidios, los empréstitos, los tratados bilaterales, el trueque y los convenios comerciales por otro”. El “humanitarismo” alimentario, se infiere, forma parte de estas operaciones.
El 2 de abril de 1982 se produjo un desembarco de las fuerzas armadas locales en Malvinas, dándose inicio a una guerra con Gran Bretaña que finalizó pocos meses después. Como sostuvo en varias oportunidades quien esto escribe, Fuerzas Armadas adiestradas para combatir al “enemigo interno” en “guerras sucias” no fueron capaces de derrotar a un poderoso enemigo convencional vinculado a la OTAN y respaldado por sus hijos pródigos norteamericanos. Esas mismas Fuerzas Armadas que secuestraron y desaparecieron a miles de compañeros, a sus mujeres, hijos y demás familiares y amigos, que robaron sus pertenencias e hijos y escarnecieron sus cuerpos en las salas de tortura no se hallaban “capacitadas” para enfrentar al verdadero enemigo: el imperialismo británico y su aliado mayor EE.UU. “La voluntad de guerra del imperialismo es una voluntad feroz, una voluntad muy violenta nacida de la economía imperialista; si se quiere prevenir la guerra ( o ganarla) hay que tener una fuerza capaz de hacer fracasar los designios y planes nacidos de esa voluntad. Esa fuerza no está fuera de las masas populares” – escribió el General vitnamita Vo Nguyen Giap, héroe de la victoria de Vietnam sobre el imperialismo yanqui (“El Hombre y el Arma, La Rosa Blindada, Buenos Aires, página 25). Sin embargo, cabe reconocer que además de los cientos de soldados caídos en la lucha contra Gran Bretaña y sus aliados, hubo suboficiales y oficiales de esas Fuerzas Armadas que combatieron con valor en las Islas, y también murieron con honor. Antes de la Guerra de Malvinas y mientras escarnecían el cuerpo de los mejores hijos del pueblo las Fuerzas Armadas terrestres, aéreas y navales creadas, financiadas y dirigidas por la gran burguesía local e internacional para defender sus intereses de clase, hubo intentos esquizoides por parte de aquellas de desarrollar tecnología nuclear, que fueron abortados por los mismos que las financiaron, auspiciaron, entrenaron y guiaron en la “guerra sucia” contra su propio pueblo. Luego de la Guerra de Malvinas, y a través del Centro Espacial San Miguel, dependiente de la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales (CNIE), a cargo de la Fuerza Aérea- que participó en la “guerra sucia” junto al Ejército y la Armada- hubo intentos por crear los vectores espaciales Cóndor I y II, que tenían como misión poner en órbita satélites de factura enteramente local, con el fin de registrar datos científicos en el espacio. El Cóndor I debía lanzarse en 1985, cosa que no llegó a concretarse. Debido a las presiones de EE.UU. y Gran Bretaña y al cipayismo de la administración Menem, el vector Condor II, que norteamericanos y británicos definieron como un misil encubierto, y que debía ascender 500 kilómetros para poner en órbita al satélite, fue desguazado y entregado por parte a los yanquis en 1993.
Pero ni la RPDC es Argentina ni el Ejército Popular de Corea es el equivalente a las Fuerzas Armadas locales. País socialista, que debió soportar la agresión de EE.UU. y sus lacayos embanderados en la ONU desde 1950 a 1953, que resurgió de las cenizas gracias a los esfuerzos inenarrables del pueblo coreano guiado por el gobierno del Comandante Kil Il-Sung y el Partido del Trabajo de Corea (PTC), la RPDC posee armamento nuclear y misiles en cantidad suficiente como para disuadir a sus enemigos de ayer y hoy y sus socios de Corea del Sur y Japón en cuanto a sus fines de agredir y aplastar a la nación socialista. Luego de los dobles mensajes de EE.UU. en cuanto al incumplimiento de los Acuerdos del 23 y 24 de febrero de este año y mientras se desarrolla el ejercicio combinado “Foal Tagle”, la RPDC anunció a mediados de marzo el lanzamiento del vector espacial Unha-3, que pondrá en órbita al satélite de observación terrestre Kwangmyonsong-3, diseñado por el Comité de Tecnología Espacial (KCST) para evaluar el mejoramiento de cultivos- la RPDC debe importar alimentos puesto que sólo el 20% de su territorio es cultivable-, recolectar datos meteorológicos y sobre bosques y recursos naturales del país. El vector, que será lanzado entre el 12 y 16 de abril, ha sido armado, como es obvio, antes de las conversaciones de Beijing entre EE.UU. y Corea del Norte, por lo que no constituye ningún secreto para los servicios de inteligencia y el gobierno de EE.UU. Sin embargo, al producirse el anuncio de su lanzamiento con fines pacíficos- el gobierno norcoreano invitó a funcionarios de la NASA, la Organización Internacional de Aviación Civil, la Organización Marítima Internacional, la Unión Internacional de Telecomunicaciones y periodistas de todos los países a visitar la estación desde donde se lanzará el vector, el Centro General de Control y Mando de Satélites de Sohae, a fin de que constaten el fin no bélico del artefacto- los EE.UU. y sus asociados de Japón y Corea del Sur pusieron el grito en el cielo. El 29 de marzo EE.UU. decidió cancelar la “ayuda humanitaria” que debía brindar en alimentos a la RPDC y los gobiernos de Corea del Sur y Japón han movilizado recursos para destruir al vector y al satélite si este traspasa sus espacios aéreos.
En ese marco, y en la Cumbre Nuclear llevada a cabo en Seúl el 26 y 27 de marzo, el presidente sudcoreano Lee Myung Bak reveló que EE.UU., quien tiene 30.000 efectivos asentados en Corea del Sur y armamento súper sofisticado, apoya a este país en cuanto a construir misiles de largo alcance para enfrentar al “enemigo” norcoreano.
La RPDC mantiene su plan de lanzamiento del satélite para honrar el nacimiento de Kim Il-Sung, padre de la Patria Socialista, acaecido el 15 de abril. Y no cejará en su intento.
El vocero español del gobierno de la RPDC, Alejandro Cao de Benós, escribió el 3 de marzo y en relación a los Acuerdos logrados con EE.UU. en febrero.: “ Han sido muchos los mal llamados ‘analistas’, que debido a su prepotencia e ignorancia creian que al fallecer nuestro Gran Líder Kil Jong Il, Corea del Norte se pasaría al capitalismo o se desintegraría. El tiempo pone a cada uno en su lugar y como se demuestra, la unión de la RPDC no tiene fisura y la población permanece cohesionada con una alta educación y responsabilidad ideológica. La RPDC no se vende por comida. En el pasado nuestro país ha aceptado la ayuda internacional frente a los desastres naturales y jamás ha entregado un milímetro de su territorio o ideología a cambio de alimento, incluso en los momentos más difíciles de la ardua marcha (1995 al 2000), donde los trabajadores morían en sus puestos de combate por inanición, cuando los países llamados ‘socialistas’ renunciaban a sus ideas, la RPDC mantuvo sus principios enarbolando la bandera roja el socialismo”. (www.alejandrocaodebenos.com)
El general Go Nguyen Giap escribía: “Los marxistas leninistas en los países socialistas nunca se atemorizan ante la amenaza nuclear del imperialismo, nunca por causa del miedo seguirán una línea de compromiso y sin principios con el imperialismo…” (“El Hombre y el Arma”, página 55)
Sin temor, enfrentando a los mismos de siempre, siempre en lo mismo, Corea Socialista continúa su camino.

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